Chico de las convicciones heredadas,
no me indiques el camino
porque ni aún el que sigues lo trazaste tú.

Chico de la ideología popular,
no me aconsejes cómo pelear
porque la mía es otra batalla y mi estandarte no es el de los cuerdos,
si no el de los que atisban el horizonte en busca de la señal.

Chico bien intencionado,
no te compadezcas de mi
porque mis pasos no tienen que seguir el ritmo de tus zancadas
ni mis anhelos el de tus aspiraciones.

Yo soy un mundo aparte. Un universo paralelo.
Soy todo lo que no comprendes,
mucho de lo que cuestionas.
nada de lo que esperas.


Soy poco, pero te puedo sorprender.