Sin título VII
Estoy harta de los amores de cartón.
De la gentileza parida por convencionalismos sociales,
de la camaradería artificial revestida (o rellena) de urbanidad.
¿Cuándo dejamos de ser nosotros
y nos convertimos en aquellos?
Estoy harta de los amores de cartón.
De que se deformen con la más mínima llovizna.
De que combustionen y se vuelvan cenizas con el más insignificante chispazo.
Estoy harta de los amores de cartón.
O se vuelven reales,
o los tiro todos a la basura de una bendita (maldita) vez.
Querida amiguita, que realidad esta verdad? lo mejor es ser siempre nosotros, con aciertos y virtudes...pero NOSOTROS!!! besos :*
ResponderBorrarHola! Acabo de descubrir tu blog y quiero decirte que me parece hermoso. Me gustan muchos tus entradas :)
ResponderBorrarBesos.
Pau.
El cartón, el papel de diario y las cartas de amores truncos pueden y deben, siempre, reciclarse...
ResponderBorrarSaludos
J.
Gran poema, hay que quedarse solo con lo verdadero, saludos.
ResponderBorrarAmores de cartón que no son auténticos.
ResponderBorrarUn beso.
A reciclarlos a la basura!!
ResponderBorrarY a encontrar nuevos amores, más resistentes, contra el viento, contra el agua.
Sigamos siendo nosotros, mientras tanto.
Me ha encantado :)
Miss Carrousel
Parece que vivimos para hartanos de tanta memez...
ResponderBorrarBesos
Vine a verte y dejarte un beso.
ResponderBorrarDe cartón y del malo.
ResponderBorrarAmores que no resisten el más mínimo contratiempo.
Besos.