La estúpida vanidad de tu complejo de matador.
La elaborada máscara de tu sensibilidad.
El filo punzante de tus palabras descuidadas.
La confianza malintencionada de tu tacto.
La grotesca liberalidad de tu esencia.
La irritante pose de tu indiferencia.

¿Estaré dejándome guiar por la ceguera de mi desconfianza?

La creencia idealista de poder comerte el mundo.
La trágica dulzura de tus recuerdos dolorosos.
La febril ansiedad de tus anhelos profundos.
La absurda pretensión de tocar un corazón con solo estirar la mano.
La maldita libertad de poder hacerlo...

¿Estaré cayendo en las redes que pareces estar tendiendo?

La certeza de que cambiaste algo.
La angustia de que lo cambies todo.
El terror a que nada vuelva a ser igual...

¿Me atrapaste?
¿Me atrapaste?
¿Me atrapaste?